La Rambla (o Ramblas) de Barcelona es la calle más conocida y transitada de la ciudad. Es la arteria principal del barrio antiguo, que conecta Plaza Catalunya con el puerto y el Monumento de Colón.
En ella conviven infinidad de puestos de flores y de pájaros, músicos, estatuas vivientes y artistas callejeros que confieren a este paseo un carácter absolutamente singular y único.
Cada tramo de esta avenida adquiere un nombre distinto en función del uso que se le dio a cada uno de ellos, así tenemos diferentes “ramblas”.
No hay nada que no puedas encontrar en Las Ramblas: comercios, quioscos abiertos las 24 horas, flores, animales de compañía, bares y restaurantes míticos…
Y por supuesto, muy cerca de ella, distintos puntos de interés turístico y cultural, ya que es el corazón del barrio Gótico.
Cómo llegar - Transporte público
Metro: L1 y L3, parada Plaça de Catalunya
Autobuses: 9, 14, 16, 17, 24, 41, 42, 47, 55, 58, 59, 62, 67, 68, 91, 141
Historia
Originariamente La Rambla era un torrente que bajaba de la sierra de Collserola y canalizaba el agua hasta el mar, su nombre procede del árabe ram-la, que significa precisamente arenal o torrente de agua.
Durante la Edad Media, esta avenida fue el límite de la ciudad medieval de Barcelona, la muralla defensiva del siglo XIII tenía como margen su lado izquierdo.
En el siglo XIV, en plena expansión económica y política de la Corona de Aragón, la población aumentó considerablemente, y la ciudad se amplió para adaptarse a este crecimiento.
Se construyó entonces una nueva muralla, ampliando la urbe hasta el barrio del Raval, que había sido una zona agrícola hasta entonces, pero la única calle amplia continuaba siendo La Rambla.
Durante los siglos XV i XVI el aspecto de esta calle era tremendamente rústico: era zona de huertos, mercado y ferias que se instalaban en este paseo todavía sin urbanizar.
Con la llegada de las nuevas órdenes religiosas a finales del siglo XVI y el XVII Las Ramblas fue el lugar en el que se concentraron la mayor parte de los conventos de la época.
Muchos de ellos fueron destruidos a mediados del siglo XIX, cuando se derriban las murallas y se amplía la ciudad con el nuevo plan urbanístico del Eixample, conocido como el Plan Cerdà. La liberación del suelo significó un profundo cambio urbanístico para la ciudad, y especialmente para Las Ramblas, que se urbanizó entonces.
A partir de ese momento se convirtió en el lugar de paseo preferido de la sociedad barcelonesa, en el que la burguesía construyó edificios tan emblemáticos como El Gran Teatre del Liceu, teatro operístico, construido también sobre el solar de un antiguo convento.
Información adicional
Rambla sólo hay una, y sin embargo esta famosa calle barcelonesa tiene distintos nombres dependiendo del tramo en el que nos encontremos.
Por eso se la conoce popularmente como Las Ramblas, se suele decir que hay muchas ramblas en una misma. A continuación te detallamos los distintos nombres que encontrarás en la avenida.
Las Ramblas
El primer tramo de la mítica calle barcelonesa (tocando a Plaza Catalunya) se conoce como La Rambla de Canaletes, así llamada por la mítica fuente de Canaletes, de la que popularmente se dice que el que bebe de esta fuente vuelve a Barcelona.
Es además el lugar al que los aficionados del FC Barcelona van a celebrar los triunfos de su equipo.
Le sigue la llamada Rambla dels Estudis (de los Estudios), nombre que se debe al edificio construido a mediados del siglo XV: el Estudio General o Universidad, suprimida por Felipe V para convertirla en cuartel y derribada finalmente en el siglo XIX.
Siguiendo el camino hacia el mar aparece La Rambla de las Flores, era el único sitio en la Barcelona del siglo XIX en el que se vendían flores.
A este tramo también se le conoce como Rambla de San José por el convento que albergaba, dedicado a este santo. En en lugar que ocupaba el antiguo convento tenemos hoy en día el mítico mercado conocido como el Mercat de la Boqueria.
A continuación, La Rambla dels Caputxins, que también debe su nombre a un antiguo convento, en su caso de frailes capuchinos.
Y por último, ya tocando al mar, encontramos La Rambla de Santa Mónica, que fue convento de los Agustinos Descalzos.