Durante la noche más corta del año, que tiene lugar la vigilia del 23 de junio, se celebra en toda Cataluña el solsticio de verano. de Montjuïc, aportando al festival un final de fiesta inolvidable año tras año.
Coincide con el día de Sant Joan (San Juan), y pese a que su orígen primero era pagano se recuerda seguramente hoy más su significado religioso.
Actualmente es una combinación de ambas tradiciones, pagana y cirstiana: siguiendo la litúrgia cristiana, se celebra el día del santo, y la por la noche se conmemora el solsticio, y el hecho que sea la noche más corta de los doce meses.
Cava y Coca de Sant Joan
Tradicionalmente, tras la cena en familia, se come la coca de Sant Joan.
Es un dulce tradicional, elaborado con fruta confitada y piñones, aunque actualmente las hay de sabores y tipos distintos.
La coca siempre va acompañada de Cava. Es un vino espumoso catalán, elaborado en el país con uva autóctona. Es ideal para acompañar postres y pescados y se sirve siempre frío.
Está siempre presente, la tradición manda que en cualquier celebración catalana que se precie se debe brindar con Cava.
Hogueras en las playas
Sant Joan se celebra, tras la cena, alrededor de hogueras de fuego. Es costumbre además lanzar petardos y cohetes.
A menudo la gente aprovecha la ocasión para desacerse de muebles y trastos viejos, echándolos a la hoguera para que el fuego los consuma.
En la ciudad las hogueras se hacen en las playas, ya que actualmente no está permitido hacerlas en la vía pública.
Lo tradicional es saltar por encima de las hogueras, ya que se cree que de este modo se espantan los malos espíritus y demonios. Es también una forma de alejar las enfermedades y desgracias.
Así que, durante la noche de Sant Joan las playas de Barcelona se llenan de gente joven, que salta las hogueras de fuego al ritmo de tambores y música.
Tampoco faltan las supersticiones: se encienden velas, se piden deseos…ya que todavía muchos creen en el efecto purificador del fuego y en su carácter mágico.