Este recorrido te permitirá conocer las casas más espectaculares de la burguesía catalana, que quiso construir sus lujosas residencias en el estilo emergente a finales del siglo XIX y principios del XX: el Modernismo.
Estos nuevos ricos quisieron que sus casas estuvieran en el nuevo barrio barcelonés de l’Eixample, cuna de la modernidad, y que pronto se convertiría en el signo de identidad de la ciudad.
Itinerario La ruta recorre las calles más significativas del llamado Quadrat d’or del barrio del Eixample (Cuadrado de Oro).
Este cuadrado ocupa los alrededores del Passeig de Gràcia. Está delimitado por la calle Aribau a la izquierda y el Passeig de Sant Joan a la derecha; la Avinguda Diagonal en la parte superior, y las Rondas de Universitat y Sant Pere en la parte inferior.
Nuestra ruta empieza en la Avinguda Diagonal y acaba en Plaça de Catalunya, es un recorrido en sentido descendente, por lo que resulta agradable, y conseguirás cansarte menos que si partieras desde cualquier otro punto.
Casa de Les Punxes
La primera de nuestras paradas es la Casa de les Punxes. Para verla, sitúate en la Avinguda Diagonal número 420, entre las calles Roger de Llúria y Bruc.
Es conocida popularmente como la Casa de les Punxes por el remate en punta de sus torres.
Su nombre original es Casa Terrades, nombre de la familia que la mandó construir.
Es obra de Josep Puig i Cadalfach y fue construida entre 1903 y 1905 como un gran edificio de ladrillo rojo y plafones cerámicos decorativos, así como decoración floral en sus capiteles y arcos.
Es de propiedad privada, así que el interior no puede visitarse, pero desde luego vale la pena acercarse a contemplar su fachada exterior. Rodéala, descubrirás infinitos detalles interesantes.
Sigue por la Avinguda Diagonal hasta la calle Córsega, en el número 316 encontrarás la Casa Comalat. Aunque el edificio es obra de Salvador Valeri, esta casa denota una gran influencia de Antoni Gaudí.
Su parte baja es muy parecida a la Casa Batlló, obra de este arquitecto, que verás poco después, siguiendo este itinerario. Su fachada está ricamente decorada con ornamentaciones mosaicas y relieves con formas vegetales. Las ventanas de los pisos superiores recuerdan armaduras.
Palau del Baró de Quadras
Seguimos ahora el recorrido por la Avinguda Diagonal. Llegarás al Passeig de Gràcia, pero antes de adentrarte en el paseo, camina unos pocos metros más po la Avinguda Diagonal y encontrarás el Palau del Baró de Quadras.
Este palacio es obra de Josep Puig i Cadalfach. En la fachada verás fuertes influencias góticas, en la estructura y las vidrieras.
Llegarás a transportarte en el tiempo con el patio y la escalinata que lleva al piso principal, y sus gárgolas, que parecen salidas de la Edad Media.
Actualmente alberga la Casa Asia, un centro de exposiciones temporales. Puedes visitar su interior, que está abierto todos los días y los domingos hasta medio día.
Llega el momento de recorrer a fondo el Passeig de Gràcia, un autentico museo al aire libre de edificios modernistas.
Desde la Avinguda Diagonal, iremos bajando en dirección a Plaça de Catalunya, para ir recorriendo este increíble paseo y visitar algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Barcelona.
El primero de los monumentos que queremos recomendarte es La Pedrera, que verás desde a el Passeig de Gràcia mano derecha, tocando a la calle Provença.
La Pedrera
La Casa Milà se conoce popularmente con el nombre de la Pedrera por el aspecto de imponente masa de piedra ondulante que constituye su fachada.
Fue un encargo del adinerado Pere Milà, y es una de las obras maestras del arquitecto catalán Antoni Gaudí.
Además de su fachada, espectacular en cuanto a dimensiones y forma, destaca la azotea, cuyos remates de escalera chimeneas constituyen verdaderas esculturas en sí mismas.
Su interior es igualmente impresionante, ondulado y retorcido como su exterior, su decoración colorista y sus detalles ornamentales te dejarán boquiabierto.
Para obtener información más detallada sobre esta espectacular obra de arte consulta nuestra sección de La Pedrera. opularmente con el nombre de la Pedrera por el aspecto de imponente masa de piedra ondulante que constituye su fachada.
Casa Marfà
Seguimos nuestro camino por el Passeig de Gràcia hasta el número 66, en la esquina con la calle Valencia, en la que tenemos la Casa de la Viuda Marfà.
Es una obra de 1905, con una enorme galería de inspiración gótica y arcos que nos llevan de nuevo al románico en la parte superior del edificio, obra de Manuel Comas y Thos.
Su entrada para carruajes es una de las más bonitas de las casas burguesas de la zona, de aspecto elegante y serena, y puedes verla desde la calle, ya que está siempre abierta.
La Manzana de la Discòrdia
Continuamos bajando por el Passeig de Gràcia, y llegamos a la popular Manzana de la Discordia, ocupada por tres grandes casas burguesas localizadas en el paseo, entre las calles Consell de Cent y Aragó.
La manzana se conoce de este modo por la rivalidad que surgió entre los tres grandes arquitectos del Modernismo catalán que construyeron los edificios, y las tres familias que los contrataron.
Estos edificios son la Casa Batlló de Antoni Gaudí, la Casa Amatller de Josep Puig i Cadafalch, y la Casa Lleó Morera de Lluís Domènech i Montaner.
Casa Amatller
La Casa Amatller es el más antiguo de los tres edificios, data de 1875, y fue un encargo del industrial chocolatero Antoni Amatller.
Es una de las obras más originales del modernismo catalán, tiene una fachada en forma escalonada que recuerda las estructuras holandesas.
Fíjate en la escultura de Sant Jordi i el Drac (San Jorge y el dragón) sobre las puertas de acceso, es una obra del escultor Eusebi Arnau, y es tan solo uno de los miles de detalles decorativos que encontrarás en su fachada.
Cerámica, esgrafiados, hierro forjado en las rejas de sus balcones, decoraciones vegetales y florales, vidrieras…un compendio de artes decorativas que el Modernismo recuperó, y que Josep Puig i Cadafalch supo aplicar de forma majestuosa.
En su interior alberga el Institut Amatller d’Art Hispànic, pero se puede visitar, y por supuesto te lo recomendamos.
Verás el vestíbulo de lámparas y vitrales coloristas, la cocina original de la casa, donde además degustarás chocolate, y salas muy curiosas como el estudio fotográfico del propietario.
Casa Batlló
Junto a ella verás la Casa Batlló de Antoni Gaudí. Es absolutamente espectacular, tanto por su forma ondulante como por su tonalidad y sus detalles decorativos, imaginativos y únicos.
Fíjate en su fachada, verás infinitas alusiones al fondo del mar, decoraciones naturales, balcones que parecen máscaras, y columnas que simulan huesos. Y rematando el conjunto, un enorme cuerpo de dragón con escamas en cerámica de colores en lo alto del edificio.
Si quieres más información respecto a este edificio, entra en nuestra sección dedicada a la Casa Batlló.
Casa Lleó-Morera
Por último, tocando a la calle Consell de Cent, podrás ver la Casa Lleó Morera. Fue una profunda reforma de un edificio preexistente, que llevó a cabo Domènech i Montaner entre 1902 y 1906.
De la Casa Lleó Morera no se puede visitar su interior, pero la parte exterior es una obra impresionante de inspiración gótica y renacentista.
La fachada está ricamente decorada con motivos florales, muy propios de este arquitecto y balcones de hierro forjado con ondulaciones imposibles. Un templete de piedra remata el conjunto.
Lamentablemente se ha perdido la parte inferior del edificio. Tenía unos balcones decorados con ninfas esculpidas por Eusebi Arnau, que fueron destruidas sin consideración alguna al instalarse la tienda comercial, que todavía hoy ocupa este espacio desde 1934.
Casas Rocamora
Dejamos atrás la Manzana de la Discordia y continuamos nuestro recorrido hasta las Casas Rocamora, situadas en el Passeig de Gràcia, entre los número 8 y 10, bajando a mano izquierda.
Son un conjunto de casas diseñadas por Joaquim y Bonaventura Bassegoda en 1914. Tienen una fuerte influencia del neogótico, aunque no faltan los detalles modernistas como sus ventanas en forma semicircular o balcones con trabajo de forja.
En la parte superior hay esbeltos pináculos con una cubierta de escamas naranjas que contrastan con el blanco de la fachada.
Casa Pascual i Pons
Llegamos al final de nuestro recorrido en el último tramo del Passeig de Gràcia, tocando a Plaça de Catalunya.
Aquí podrás ver la Casa Pascual i Pons, que ocupa los números 2 y 4 del paseo. Su arquitecto fue Enric Sagnier.
Es un gran edificio de piedra con clarísima inspiración gótica, que verás en las tracerías (decoraciones) de las ventanas superiores y los arcos trilobulados.
Destacan especialmente las esbeltas torres que coronan el edificio, proyectadas como el remate de un edificio monumental, inspirado en la arquitectura de los grandes palacios medievales.
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