Esta casa modernista fue declarada Monumento de Interés Nacional en 1976.
La Casa Amatller está situada en la emblemática "Manzana de la Discordia" del Passeig de Gràcia de Barcelona, tocando a la calle Aragón.
La manzana recibe este nombre por la diversidad de estilos arquitectónicos de los edificios que la ocupan. Pese a que son casas modernistas, cada una de ellas es absolutamente peculiar y única.
Junto a ella se alza la espectacular Casa Batlló, obra de Antoni Gaudí. Completa la manzana una tercera casa, conocida como Casa Lleó-Morera, de Lluís Doménech i Montaner.
El arquitecto encargado de llevar a cabo el proyecto fue Josep Puig i Cadafalch, uno de los máximos representantes del Modernismo en Cataluña.
Su fachada escalonada es inconfundible. Tiene un visible frontón triangular que recuerda las casas holandesas del siglo XVIII, y constituye una muestra de la fuente de inspiración neogótica del arquitecto.
Cómo llegar
Transporte público:
- Metro: L2, L3, L4, parada Passeig de Gràcia.
- Bus: 7, 16, 17, 22, 24 y 28
Historia
La Casa Amatller fue concebida por el arquitecto catalán Josep Puig i Cadafalch, como vivienda del industrial chocolatero Antoni Amatller.
De su escalonada fachada destaca sin duda las ornamentaciones que la adornan. Fundamentalmente el espectacular balcón del primer piso, con una barandilla y soportes de hierro forjado, obra del artesano Manuel Ballarín.
La entrada de la casa tiene dos puertas asimétricas que están enlazadas por una escultura de Eusebi Arnau, representando a Sant Jordi (San Jorge), patrón de Cataluña, luchando con el dragón.
Por último, cabe destacar también el trabajo de las piezas cerámicas decorativas de la parte alta del edificio, creadas por los talleres de Torres Mauri y Pujol y Baucis.
La casa conserva el mobiliario original de principios del siglo XX, siendo la única casa modernista de Barcelona que lo preserva íntegramente.
El imponente edificio alberga además impresionantes colecciones de pintura medieval y escultura, así como colecciones de vidrio de época romana y moderna.
Actualmente es una casa de propiedad privada, y se ha convertido en sede de la Fundación Institut Amatller, creada en 1941 por Teresa Amatller i Cros (descendiente de los propietarios originales).
Esta institución cultural está dedicada a la conservación del edificio y al estudio de la historia del arte y la arquitectura hispánica. Tiene además, a disposición de investigadores, una colección que asciende a 350 mil negativos, que conforman el estudio fotográfico.