Gràcia Rambla del Prat

Este recorrido, quizá menos turístico pero no por ello menos interesante, recorre las callecitas del barrio de Gràcia. Es uno de los barrios con más encanto de Barcelona, fue un pequeño pueblo vecino a la ciudad, que se anexionó al núcleo urbano a mediados del siglo XIX.

Sigue conservando el encanto del antiguo pueblecito que fue en sus calles. Con este recorrido te invitamos a descubrir los rincones modernistas que esconde.

Iniciamos nuestro itinerario en el Parc Güell, iremos bajando desde allí y nos adentraremos poco a poco en el barrio, para acabar el recorrido en la Casa Fuster, tocando el Passeig de Gràcia.

Parc Güell

El Parc Güell fue proyectado en origen por Antoni Gaudí como una urbanización que debía albergar 60 viviendas.

La urbanización fue un fracaso, motivo por el cual acabó convertido en parque público.

Destaca sin duda la gran plaza, que supone hoy un mirador privilegiado de la ciudad. Sobre ella un espectacular banco ondulado decorado con cerámica de trencadís, obra de Josep M. Jujol.

En este parque te adentrarás en un bosque caminos sinuosos, galerías porticadas con columnas que parecen árboles, fuentes de formas animales…en una peculiar atmósfera natural que te cautivará desde que cruces la puerta de entrada.

Para obtener más información respecto al parque, y saber cómo llegar hasta aquí y qué visitar, visita nuestra sección dedicada al Parc Güell.

Seguimos ahora nuestro recorrido por el barrio de Gracia. Desde la salida del parque en la calle d'Olot, toma la avenida Santuari Sant Josep de la Muntanya hasta el final.

Encontrarás entonces la Travessera de Dalt, síguela hacia la derecha y llegarás a la Plaça Lesseps, nuestra próxima parada.

Casas Ramos

En la Plaça Lesseps encontrarás otra joya modernista: se trata de tres edificios del arquitecto Jaume Torres, proyectados en 1906, y unidos por una sola fachada en común.

Los distinguirás enseguida por sus fachadas de un intenso color amarillento.

Son constantes las referencias al mundo natural, verás infinidad de flores y abejas como motivos decorativos.

Conserva además, en el centro del patio un pequeño templete modernista que es una auténtica maravilla. El patio del que te hablamos está en la esquina con la calle Mont-Roig, en la parte trasera del conjunto de casas.

Tienes otro motivo más para visitar estos edificios: el director de cine Pedro Almodóvar escogió las casas Ramos para rodar parte de la película Todo sobre mi madre, seguro que si la has visto verás este lugar de un modo especial.

Coge ahora desde la Plaça Lesseps la calle Gran de Gràcia, es una calle preciosa, llena de tiendas, bares y restaurantes. Fíjate en sus farolas, son realmente bonitas.

Baja esta gran avenida en dirección al mar, hasta la calle Carolines, que queda a mano derecha.

Casa Vicens

En la calle Carolines número 24, encontrarás una antigua residencia burguesa: La Casa Vicens.

Fue la primera de las obras importantes realizadas por el arquitecto Antoni Gaudí.

El proyecto era el de una villa de veraneo en lo que entonces eran todavía as afueras de Barcelona, incluía la casa y un gran jardín. En el jardín, que rodeaba el edificio, había una fuente y un estanque.

La casa fue un encargo del fabricante de azulejos Manuel Vicens, se inició su construcción en 1883, y se acabó cinco años más tarde.

Las referencias al propietario son constantes, se manifiestan fundamentalmente en el uso de baldosas cerámicas y sus contrastes de colores verde y blanco.

Pero no es el único material que Gaudí utilizó en la casa. Podemos apreciar ladrillo rojo combinado con los revestimientos cerámicos, aplicaciones de yeso, pinturas decorativas y una elaboradísima artesanía de madera y forja.

Fíjate en la verja de entrada, representa hojas de palma y es una auténtica obra de arte de hierro forjado. El edificio muestra además claras influencias de la arquitectura árabe, que se manifiesta de una manera muy acusada en la habitación llamada El fumador.

Es sin duda uno de los edificios modernistas más bonitos de la ciudad, merece la pena aunque el interior no puede visitarse por ser, todavía hoy, de propiedad privada.

Toma de nuevo Gran de Gràcia, siempre en dirección al mar, y sigue por la misma acera hasta la Rambla del Prat

Ésta es la avenida modernista por excelencia del barrio, es un auténtico escaparate de arte de este período, fundamentalmente de edificios de pisos residenciales.

La actual calle era antiguamente una zona que ocupaba la llamada finca de la Fontana, era una zona rural, un bosque, y no se urbanizó hasta 1890, coincidiendo con los años de explosión del modernismo barcelonés.

La rambla del Prat fue también el núcleo de la vida social de la época, allí se establecieron los primeros comercios de la zona.

Se edificó además el antiguo Teatro Bosc (Bosque), por lo que fue una calle muy concurrida.

A lo largo de la calle verás varias residencias de pisos que fueron construidas siguiendo los preceptos y motivos decorativos modernistas.

Queremos destacarte dos de estos monumentos de la Rambla de El Prat.

Cinema Bosc

Lo que fue el antiguo Teatro ha sido reconvertido en salas de cine, y hoy se le conoce como Cinema Bosc.

Fíjate en su fachada: verás máscaras esculpidas del artista Pau Gargallo. Representan a grandes genios de la cultura catalana: los pintores Pablo Picasso e Isidre Nonell, el doctor Jacint Reventós y el propio Pau Gargallo.

Las Casas Joan Fatjó

En el número 21 de la misma calle encontrarás dos edificios anexos, que te detallamos a continuación.

Las casas fueron proyectadas en el año 1904 por el arquitecto Domènec Boada. Los dos tienen la misma disposición, de tribunas en el primer y segundo piso y el coronamiento de los edificios muy trabajado, con decoraciones florales.

Tras recorrer esta calle modernista, vuelve a Gran de Gràcia. Casi enfrente verás la calle de Astúries. Recórrela hasta el final y llegarás la Plaça del Diamant.

Ésta es una de las plazas más míticas del barrio, por ser el escenario de uno de las novelas más populares del siglo XX. El libro lleva el mismo nombre que la plaza, y es una de las obras de la escritora catalana Mercè Rodoreda.

Casa Rubinat

Desde la plaza coge la calle de l’Or, aquí se encuentra la Casa Rubinat.

Esta casa es una de las muchas obras que hay en el barrio de Gràcia de Francesc Berenguer, data de 1909.

Los balcones con decoraciones de hierro forjado se curvan tanto que parecen casi retorcerse en sí mismos, son uno de los elementos más significativos del edificio. Hasta en su parte muestran ornamentos sorprendentes, mira hacia arriba para descubrirlos.

La fachada está decorada con formas vegetales en color blanco sobre un fondo rojizo, que en contraste con los colores amarillentos de la decoración de los balcones le dan un aspecto vivo y original.

Ya que está muy cerca, desde la calle de l’Or gira a la calle Torrijos, y avanza hasta el número14, Berenguer también fue el responsable del edificio que verás en este número.

Sigue por Torrijos hasta la calle Terol, que queda a mano izquierda. Verás conforme avances que la calle Terol va cambiando de nombre según el tramo, no importa. Continúa recto y recorre la calle hasta el final, llegarás de nuevo a Gran de Gràcia.

Mercat de la Llibertat

Cruza la avenida y accede por la calle de enfrente (calle del Cigne) que te lleva a la Plaça de la Llibertat. En la plaza encontrarás un Mercado que toma el nombre de la plaza.

El lugar en el que se ubica había sido ya zona de mercado cuando Gràcia era todavía una zona agrícola, donde abundaban los huertos, y donde posteriormente vendían los productos al aire libre. Francesc Berenguer i Mestres, que fue un gran amigo y admirador de Gaudí, fue el responsable de los motivos decorativos del mercado, construido por el arquitecto Miquel Pascual i Tintorer.

Tiene una cubierta de hierro con aberturas entre los plafones, que permiten la ventilación interior del edificio.

En la fachada principal verás piezas de hierro forjado muy trabajadas, y un escudo modernista de formas imposibles.

Tras dar un paseo por el mercado modernista, volvemos de nuevo a la calle Gran de Gràcia, sitúate ahora en la acera de enfrente.

Por último, volvemos a Gran de Gràcia y bajamos hasta el principio de la calle, justo donde empiezan los jardines conocidos como Jardinets de Gràcia

Verás justo antes de los jardines el edificio que hoy ocupa la sucursal bancaria de La Caixa, obra de August Font.

Era antiguamente la sucursal de la Caixa d´Estalvis Mont i Pietat. Se construyó entre 1905 y 1906. Pocos años después, se instaló la escultura en la fachada de la Mare de Déu de Gràcia, obra del escultor modernista Enric Clarasó.

A la altura dels jardinets (jardines) verás dos edificios significativos: la Casa Fuster, y justo enfrente la Casa de los Cuatro Bustos.

Ésta última recibe su nombre de los bustos que decoran y coronan su fachada. Representan personajes importantes de la cultura y la historia universal: Fiveller, Colón, Servet y Cervantes.

La Casa Fuster

La Casa Fuster es un imponente edificio, y una de las construcciones menos conocidas de Lluís Domènech i Montaner.

Ha sido restaurada recientemente, y se ha convertido en uno de los hoteles más lujosos de Barcelona, que conserva el nombre de la casa.

En su exterior verás grandes ventanales, una ondulante arquitectura en piedra y mármol, y arcos ricamente decorados que en conjunto transmiten la sensación de movimiento de toda obra modernista.

Puedes entrar al hall para ver su decoración interior, seguro que te impresiona. Aquí acaba nuestro recorrido modernista por Gràcia, pero si quieres más continúa por los jardines y llegarás al Passeig de Gràcia, sede del modernismo más internacional, y lugar desde el que parte nuestra ruta El Quadrat d’Or.